Una violación debe ser
la acción más violenta que pueda existir. Hacerle daño a una mujer que puede
ser tu madre, hermana o hija te convierte en un ser sin alma.
Un problema social que
es a nivel mundial, pero que hasta la fecha no se encuentra la manera de
erradicarlo, y tal vez nunca desaparezca.
Se calcula que del 80
al 90% de las violaciones no son denunciadas a la policía, lo cual es una pésima
decisión pero que de cierta manera es justificable, ya que las autoridades hacen
caso omiso sobre esos temas, cosa que debería mejorar.
Argentina, España,
Estados Unidos y la India son países que penan la violación de manera drástica,
cosa que no se realiza en el Perú. Varias veces se ha visto que violadores
siguen libres o salen de la cárcel de manera muy rápida.
La mano dura contra
este tipo de abusos es fundamental si se quiere erradicar a este tipo de
criminales. El país más drástico en castigar esto es La India, sentenciando a
los violadores con la pena de muerte.
Indigna ver mujeres
maltratadas física y psicológicamente después de este tipo de abuso.
Indigna ver que las
autoridades se hagan de la vista gorda y tomen como algo menor estos ataques.
Indigna escuchar a
Luciana León decir que después de una violación, las mujeres se realicen un
lavado vaginal y se acabó el asunto.
Basta ya de más abusos,
paremos esto, que el nuevo gobierno que asumirá el poder en julio aplique
medidas drásticas contra los violadores de una vez por todas.
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